Ausente. Como todas las opciones cuando amas.
La más correcta es la que está siempre ausente.
La que falta en tu boca. La que no dirás nunca.
La que quieres parir sin preñamiento previo.
Ausente es la ayuda que me das para seguir con esto.
Esta simiente de cemento que se quiebra en el tiesto.
Vaporizar mi lóbulo de sombra
para anidar en el cabello ajeno
y preguntarme el porqué de la demora.
Deshilachar el fin de este epitafio
con railes de cobre y amapolas
(malogrando la historia).